Hoy toca la reseña de El príncipe cruel, el primer libro de la trilogía de Los habitantes del aire, escrita por Holly Black.
La historia de “El Príncipe Cruel” se desarrolla en un mundo donde los humanos y los seres mágicos, como hadas y duendes, coexisten en un frágil equilibrio. La protagonista, Jude, es una joven mortal que, junto a sus hermanas, es secuestrada por el rey de las hadas y llevada al reino de Elfhame. El príncipe cruel es de esos libros que, por su sinopsis y su mundo, os puede recordar o sonar a la famosa saga de Sarah J. Maas, ACOTAR. Pero no tienen nada que ver, ni ninguna semejanza. Bajo un mundo subterráneo que, se sabe, comparte universo con los libros de Cassandra Clare, Holly Black nos presenta un inicio de fantasía interesante y sorprendente, un libro que, si eres fan de este tipo de historias, tienes que leer sí o sí. Holly Black nos muestra un mundo plagado de hadas y fantasía un tanto oscuro. Quizás uno de los más oscuros que he leído en fantasía juvenil. Y resulta fascinante porque además al leerlo da impresión de tratarse de un cuento. Inocencia y maldad. Todo en uno. Es un libro en el que las palabras fluyen y se entrelazan para dar un ritmo ameno a la lectura marcado por la sucesión de intrigas. Fácil de comprender y más todavía de querer.
"La ambición es muy curiosa: puedes contraerla como una fiebre, pero no es tan fácil desprenderse de ella".
-Jude Duarte, protagonista de El príncipe cruel.
Jude tenía siete años cuando sus padres fueron asesinados y, junto con sus hermanas, fue trasladada a la traicionera Corte Suprema de Faerie. Diez años más tarde, lo único que Jude desea, a pesar de ser una simple mortal, es sentir que pertenece a ese lugar. Pero la mayoría de los seres feéricos desprecian a los humanos. Especialmente el príncipe Cardan, el hijo más joven y perverso del rey supremo. Para hacerse un hueco en la corte, Jude deberá enfrentarse a él. Y afrontar las consecuencias. Como resultado, se verá envuelta en una red de intrigas entre inmortales, y descubrirá su propia habilidad para el derramamiento de sangre.
El príncipe cruel es el primer libro de la trilogía de Los habitantes del aire, escrito por la autora estadounidense, Holly Black. Hace mucho tiempo que tenía ganas de leer esta trilogía por todo el hype que le daban, y porque sentía que era mi tipo de historia, ahora que finalmente llegó completa a Uruguay puedo empezar a disfrutarla. Esta trilogía no es la típica novela de fantasía de hadas a la que podría tenernos acostumbrados Sarah J. Maas. Holly Black crea un mundo mucho más oscuro, en el que los habitantes de Faerie son totalmente monstruosos, crueles y odian a muerte a los humanos. Estos seres oscuros se acercan mucho más a aquellos cuentos macabros de antaño, en los que si te perdías en el bosque iba a salir un monstruo que se comía niños, es muy en esa onda.
En El príncipe cruel tenemos la historia de Jude y del príncipe Cardan. Empecemos por Jude. Jude tenía siete años en el momento en el que un hombre extraño se presentó en su casa y, frente a ella, asesina a su padre y a su madre. ¿El motivo del asesinato? Al parecer, la madre de Jude era la ex esposa del asesino, que resulta ser un miembro de la Corte Suprema de Elfhame, sí, un hombre hada vino a reclamar el derecho sobre su ex mujer por escapar al mundo humano y haberse vuelto a casar. Este hombre, del que ya me olvidé el nombre, perdón, creo que se llamaba Madoc, se ve con la obligación de recuperar a su hija (la hermana mayor de Jude) y con la obligación moral de «adoptar» a Jude y su hermana gemela Taryn, llevándolas contra su voluntad a Elfhame.
En Elfhame, intentarán adaptarse a la vida que pueden llevar allí, ya que Madoc es el general de la guardia real y tiene una megamansión y toda la mano. A pesar de que se encuentran allí en contra su voluntad, y de que quieren convencerse de que el lugar es horrible, Jude y Taryn aprenden, de a poco, a agarrarle cariño y a hacerse un lugar propio. Su hermana mayor, al ser la que tiene más recuerdos de su vida con su madre y padrastro humanos, es la única que no tolera vivir allí, y cada vez que puede se escapa al mundo humano para aparentar un poco de normalidad.
Por otro lado, como ya les mencioné, tenemos al príncipe Cardan. Es el hijo menor del rey, el menor de seis hermanos, por lo que, por suerte, tiene muy pocas probabilidades de ascender al trono. Cardan es una persona muy, muy cruel, egoísta, malvado y que disfruta haciéndole daño a los demás. Pero sobre todas las cosas, disfruta haciéndole daño a Jude; por razones desconocidas, Cardan se ha pasado la vida misma hostigando a Jude en todo lo posible, tanto daño físico como mental.
Por cosas que no mencionaré porque son spoiler, Jude se ve partícipe en una red de intrigas en la corte, y para hacerse sitio en ella, no importa los sacrificios que deba hacer, ni a quién deba matar, Jude lo hará encantada si así se gana su lugar.
"Sobre todo, te odio porque pienso en ti. A menudo. Es asqueroso y no puedo parar".
-Cardan Greenbriar, antihéroe de El príncipe cruel.
«Pero hay una cosa que no saben: sí, me dan miedo, pero siempre he vivido asustada, desde el día que llegué aquí. Me crio el hombre que asesinó a mis padres, retenida en una tierra llena de monstruos.»
-Jude Duarte.
Lo mejor, lo mejor de este libro es el personaje de Jude, porque está loca. Al comienzo del libro puede parecer el típico personaje principal femenino de una novela juvenil. Aquella que sí, está dispuesta a sacrificarlo todo con tal de conseguir lo que se propone y de proteger a quienes quiere, pero Jude lo lleva a un nivel muchísimo más alto. En algún punto de la novela algo lleva a Jude a un quiebre, y a partir de ahí su personalidad se va en cuesta abajo. Pero no de una mala manera, su personaje evoluciona de una manera increíble, pero se va volviendo cada vez más y más oscuro. Jude no conoce límites a la hora de conseguir lo que se propone; si tiene que asesinar, lo hará de ojos cerrados, si tiene que cometer traición al rey o a una persona en específico, quédate tranquilo que también va a hacerlo.
Como ya les mencioné más arriba, Cardan se ha pasado la vida entera hostigando a Jude, y nada de un empujón y miro como te caes al suelo. Cardan lo lleva muchísimo más allá. Desde hechizos, venenos en la comida, hasta un casi ahogamiento, y un largo etcétera. A pesar de todas estas razones que lo hacen ver como un hijo de re mil p*, que lo es, Cardan se convirtió en uno de mis personajes favoritos. Creo que nunca había leído a un personaje tan cruel, inteligente y malvado en ningún libro, y me encanta *sí, necesito terapia*.
¿Enemies to lovers? Sí, lo grita por todos lados. Pero este sí que es un enemies to lovers, con muchísimo odio y veneno incluido. Nada de que se odian y al medio libro se aman y morirían uno por el otro. No, nada de eso. En este libro ambos personajes principales se odian entre sí con la fuerza de mil soles y harían lo que sea con tal de aniquilar al otro.
«—¿Te crees que, porque puedas humillarme, también puedes controlarme? Pues entonces eres idiota. Desde que empezamos a ir juntos a clase, has hecho todo lo posible por hacerme sentir inferior. Y para satisfacer tu ego, te lo he permitido. Me he hecho pequeñita, he mantenido la cabeza gacha. Pero eso no bastó para que nos dejaras a Taryn y a mí en paz, así que no pienso seguir haciéndolo. Pienso seguir desafiándote. Pienso humillarte con mi desafío. No haces más que recordarme que soy una simple mortal y que tú eres un príncipe de Faerie. Pues bien, permíteme recordarte que eso significa que tienes mucho que perder, y yo no. Puede que al final salgas victorioso, puede que me hechices, que me hagas daño y que me humilles, pero me aseguraré de que pierdas todo cuanto te pueda arrebatar durante mi caída. Ten clara una cosa: «esto solo es una pequeña muestra de lo que puedo hacer».»
Con respecto al resto de personajes secundarios, todos son me sorprendieron muchísimo. Ninguno es lo que parece, y a pesar de que alguno de ellos parezca más bueno que el pan, no dudarán en apuñalarte por la espalda en la mínima ocasión con tal de obtener algún beneficio.